Hoy te acercamos la historia de Renato Cañete (32), un hombre que supo sobreponerse a la ardua tarea de superar el estigma de ser ex convicto. Hoy es propietario de una microempresa con 80 personales fijos y de forma indirecta, 5 empleados que trabajan para la empresa.
“De jóvenes cometemos muchos errores, nos dejamos impresionar por la vida de fantasía que te da el dinero fácil”, comentó Renato, quien estuvo 3 años encerrado en la cárcel de Pedro Juan Caballero, por un caso de tráfico de drogas.
Cañete relató que en prisión escuchó y se acercó a Dios, dispuesto a cambiar su vida. “Gracias a él ahora soy otra persona y puedo ser útil a mi prójimo”, aseguró.
Renato Cañete decidió aprender a forrar termos, para dejar de pensar en lo que había hecho y porqué terminó en la cárcel. Asegura que el apoyo de su familia fue fundamental, ya que ellos le enviaban materiales y vendían sus productos fuera de la cárcel.
“Cuando mi familia empezó a tener pedidos, mi hermano me hizo un préstamo para comprar una máquina bordadora. Allí ya ayudaba a mis compañeros dándoles trabajo adentro. En total eran 8 los trabajan conmigo”, expresó.
Cuando Renato Cañete cumplió su condena, salió decidido a formar una microempresa con el oficio que había aprendido para ganarse la vida y dar empleo a otros.
“Todos merecemos una segunda oportunidad. Hoy gracias a Dios, soy otra persona, tengo una miniempresa con 80 empleados fijos y de forma indirecta doy trabajo a empleados de 5 curtiembres que trabajan exclusivamente con Artesanía Mopri”, relató sonriente.