/Cansada de la esclavitud laboral, se arriesgó, fracasó, levantó y hoy es su propia jefa

Cansada de la esclavitud laboral, se arriesgó, fracasó, levantó y hoy es su propia jefa

¿Cuándo fue la última vez que te dijiste: Estoy cansado de trabajar en un puesto que no me gusta, no quiero ser empleado toda mi vida?. Laura Mendoza, es una joven que tuvo ese mismo sentimiento, cansada de la esclavitud de su trabajo, comenzó a buscar su verdadera pasión y perseguir sus sueños. Hoy, años después cuenta con su propio negocio en una rama de estética y belleza que la apasiona.

“Comencé trabajando en varias tiendas de reconocidos shoppings, el horario laboral era esclavizante, pues consumía todo mi tiempo, hasta que un día cansada decidí renunciar. Luego de estar casi 1 año sin trabajo, ingresé a un Estudio Jurídico, y fue cuando me di cuenta que trabajar para otros ya no era lo mío y la idea de buscar mi verdadera pasión comenzó a perseguirme», confiesa Laura.

En su desesperada búsqueda por encontrar un rubro en el que se sienta libre, Laura, a la par de trabajar comenzó a estudiar peluquería, pero rápidamente descubrió que tampoco era lo suyo, sin embargo fue en un centro de belleza que descubrió su verdadera pasión.

«Recuerdo que en una ocasión, escuché a unas chicas gritando, estaban en su práctica de depilación del cavado, quedando impresionada comencé a interiorizarme y fue cuando descubrí que eso era lo mío. Empecé a estudiar y practicar, luego con una compañera asistí a un curso en Brasil y a la vuelta entramos a trabajar en un centro de depilación pero no me fue bien. Entonces con esta amiga decidimos renunciar y nos aventuramos a abrir nuestro propio salón en un local prestado», expresa entre risas.

Con el apoyo incondicional de su amiga, Laura pone en marcha su sueño en una reconocida galería del barrio Villa Morra. El primer año no fue fácil para la joven, pues no tenía prácticamente movimiento, no obstante luego de una dura campaña, sus antiguas clientas la encontraron nuevamente y además fue conquistando nueva clientela.

«Cuando parecía que todo estaba marchando bien, llegó el momento en que tenía que entregar el local que me prestaron. Sentí que mi mundo se vino para abajo, aún no estaba preparada para alquilar un local. Lloré y me deprimí, pero no me rendí, comencé a trabajar a domicilio para no perder mi clientela. En ese lapso, otro amiga con quien estoy eternamente agradecida me prestó su casa para trabajar ahí por un tiempo y me apoyó económicamente para alquilar un nuevo salón».

Los adversidades siempre formarán parte del proceso que nos lleva al éxito, el secreto está en levantarse y seguir luchando hasta llegar a la meta. A pesar de las duras pruebas, Laura Mendoza, fue persevante logró nuevamente instalar su marca Delipiel en el barrio Villa Morra. Mientras que su marido, abrió una sucursal en la ciudad de Fernando de la Mora zona Sur.

Actualmente, Depipiel cuenta con dos locales, en Villa Morra exclusivamente para damas, y la de Fernando de la Mora está dirigido para hombres y mujeres. La firma se caracteriza por utilizar un sistema español para la depilación, el método cera caliente y roll-on. Utilizan tres tipos de cera de acuerdo a la estación: la roja, la rosada y la negra.

“Ser un emprendedor no es fácil, es cuestión de arriesgarse, sacrificarse , perder algunas batallas, pero todo tiene su recompensa, y no existe nada más satisfactorio que lograr tu sueño, trabajar en lo que te apasiona y ser tu propio jefe”, concluye.

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