Lograr un sueño largamente acariciado es posible si uno se lo propone. Esta es la historia de Angélica Ortiz, una joven madre emprendedora que vio en el rubro de la talabartería una oportunidad para abrirse paso en los negocios.
Con un hijo en el vientre, Angélica Ortiz viajaba todos los días en ómnibus desde Tobatí hasta San Lorenzo para llegar a su puesto de trabajo. Su jornada laboral comenzaba a las 10 y concluía cuando se retiraba el último cliente del salón de belleza.
Tras dar a luz al pequeño Juancito, su segundo hijo, toda su vida cambió por completo. El hecho de tener que pasar más de 14 horas fuera de la casa trajo consigo sus complicaciones como que el bebé se enfermara. Este hecho la obligó a renunciar al trabajo para dedicarse plenamente a la maternidad.
Sin embargo, la apremiante situación económica hizo que volviera a su realidad. Los gastos que demandaba el tratamiento de su niño, la manutención del hogar, entre otras obligaciones la condujeron a plantearse la posibilidad de emprender un negocio propio; un sueño largamente acariciado que en ese momento se presentaba como una brillante oportunidad para sortear las dificultades por las que estaba pasando. Entonces, lo primero que se le ocurrió fue abrir una talabartería, atendiendo a que su pareja contaba con un acabado conocimiento del rubro.
Con un préstamo en manos, con perseverancia y mucha fe en el emprendimiento Angélica creó en el 2018, KavCueros & Co. “Al comienzo nos encontramos con muchas personas ´mata sueños´, que nos decían que no iba a resultar nuestro proyecto, pero aun así nos arriesgamos”, relata.
Agrega que fueron haciéndose camino gracias al esfuerzo que pusieron en hacer que sus productos se conocieran tanto en ferias como a través de sus amistades que desinteresadamente hacían correr la voz sobre el negocio. Así fueron ganándose el cariño y la aceptación de un público exigente; pudieron diversificar aún más la producción y también mejorar la distribución.
KavCueros & Co dispone de termos forrados, hoppies, conservadoras y guampas. A estos artículos se suman novedosos porta latas, porta vinos, yerbateras y cajitas para saquitos de té. También brinda servicio de marroquinería a quienes lo necesitan y, además, fabrica billeteras, bolsos de mano, morrales tanto masculinos como femeninos; bolsos para viaje, neceser, cintos, bolso porta mate, bolsos porta cámaras, entre otros.
“Realizamos trabajos personalizados 100% en cuero, aunque también lo hacemos con símil de cuero pensando en aquellos clientes que no consumen nada que provenga de animales. Tenemos precios mayoristas y trabajamos, además, con otras marcas y no solo con la nuestra, siempre respetando lo que nos pide el cliente”, señala la emprendedora.
Actualmente los productos de la compañía nacional se exhiben en tiendas ubicadas en el barrio Villa Morra y en la ciudad de Capiatá. Y para los que no disponen de tiempo o prefieren que sus pedidos lleguen hasta sus hogares, la firma pone a disposición el servicio de delivery y/o envíos por encomienda.
Como reflexión final, Angélica recomienda arriesgarse a conquistar los sueños y perseverar ante las dificultades y los “mata sueños”. “Nunca acepten estar en un lugar donde no se sientan plenos; no dejen que la gente envidiosa trunque sus sueños y mucho menos piensen en el que dirán. Luchen por sus sueños que en esta vida no hay imposibles. Verán que si lo que hacen lo realizan de buena fe, el camino se les irá abriendo poco a poco”, concluye.
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