De nada sirve soñar si no estamos dispuestos a esforzarnos por ellos, el éxito es para aquellos que tuvieron el coraje de luchar hasta hacer realidad sus sueños. Esa fue la mentalidad de Julio Cabrera , quien hizo realidad un sueño que nació en el corazón de su familia.
«Desde pequeño correteaba detrás de papá, él trabajó en la carpintería de un tío por varios años, luego se independizó y abrió para su propia carpintería. Con el correr de los años, iba adentrándome más al negocio, y de ser su ayudante pasé a administrar su mueblería», relata Julio.
Teniendo a su padre como principal inspiración de que todo es posible, Julio Cabrera le confiesa a su papá la idea de enfocarse al mismo oficio y contar con su propia carpintería. El joven recibiendo total apoyo de su ídolo, comenzó a soñar en grande con su futura marca de muebles.
«Tenía 20 años cuando decidí seguir los pasos de mi padre, gracias a él me volví un experto en diseño y fabricación de todo tipo de muebles, pero a la par de seguir perfeccionándome quería tener un ingreso propio e ir encaminando mi sueño de contar con mi marca . Entonces al comentarle sobre mi proyección, él contento me ofreció todo su apoyo», asegura.
Padre e hijo unidos por la misma pasión, el arte de crear piezas de mobiliarios únicas, decidieron seguir trabajando en un mismo taller pero con clientes separados. Luego de 3 años, la carpintería resultó ser chico para ambos. Y fue entonces que Julio decidió aventurarse con su propia marca como una rama más de la empresa familiar.
» No fue fácil salir del taller de papá porque no tenía nada de herramientas, comencé con un destornillador y de apoco a través de préstamos fui comprando las máquinas que necesitaba y equipando el salón», resalta.el joven.
El hecho de venir de una familia pionera en el rubro de la carpintería y ser hijo de un reconocido carpintero con más de 35 años de experiencia, para Julio fue una gran ayuda al salir al mercado.
» Me lancé con el nombre de Constanza Muebles, y la gente me reconoció como el hijo del pionero de Luque y por ende confiaban en la calidad de mis muebles, pero a pesar del éxito de mi marca, tuve una etapa de graves problemas económicos, y en un momento quise incursionar en otro tipo de negocio que resultó ser un fracaso evaluado en más de 100 millones», destaca.
Aquella millonaria pérdida, en un momento puso en juego la mueblería, no obstante, Julio con el apoyo de su familia, no dejó escapar su sueño, y hoy puede decir que los sueños están para cumplirlos.
Actualmente, Constanza Muebles cuenta con una fábrica en la ciudad de Areguá y apunta a la apertura de un showroom. La firma ofrece todo tipo de muebles 100% obra de mano nacional y con calidad garantizada.
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