Su pasión por la gastronomía desde la adolescencia, ganas de contar con un negocio propio y pasar más tiempo con sus hijos, fueron el impulsó con que Miryam Bernal de Rodríguez, emprendió su propia pastelería.
“Siempre he tenido en mente contar con mi propio negocio, luego al ser mamá, aún más me persiguió esa inquietud .Siempre trabajé para empresas privadas y se me complicaba atender bien de mis niños. Mi nene tenía 4 añitos y la nena 2 años, cuando decidí renunciar para proyectarme a algún negocio propio», relata Miryam.
Sus 17 años de especialización en gastronomía, el aliento de familiares en cenas y almuerzos donde el excelente sabor de los platos y la presentación eran protagonistas, la llevó a poner en marcha su arte de preparar y decorar pasteles y otros postres con el fin de comercializarlos.
“Comencé a vender a familiares y amigos, con el paso de los años mi clientela fue creciendo. Luego, en conversación con una amiga (Myriam) surgió la idea de crear una marca y promocionar los productos a través de las redes sociales. Y fue así, nació M & M Dulcemente, no obstante por cuestiones personales, meses después esta amiga viajó a España y yo me quedé sola con el negocio», resalta.
Hoy, casi a un año, Miryam Bernal de Rodríguez, madre de tres hijos ya adolescentes, bajo el lema «La dulzura comienza en el corazón y termina en las manos», sigue en la cocina preparando y cautivando con sus postres artesanales.
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