Un cartel que indica “Tejemos sueños” da la bienvenida a las madres que llegan hasta el taller de Lorena González para adquirir coloridos gorritos, mantas, escarpines o vestiditos para sus hijos e inclusive algunas prendas para ellas mismas. Y es que los trabajos de esta emprendedora llevan el sello de la distinción y no pasan desapercibidos en ninguna ocasión.
Una larga mesa, mucha luz, tijeras, telares y todo tipo de lanas, botones e infinitos materiales de colores llaman la atención de las madres que ingresan al taller de Lorena González, ubicado en el barrio Mburicaó de Asunción, buscando el regalo perfecto para un baby shower, prendas para sus hijos, e inclusive alguna ropa para ellas mismas. En el local son recibidas por Lorena que las atiende con la mayor cordialidad y se esmera en complacerlas hasta el más mínimo detalle. Esto hace que La Puchina sea el sitio de referencia de la zona.
“Trabajé en varias empresas de telemarketing haciendo llamadas y respondiendo a la gente sus consultas, pero como no mantenía ocupadas mis manos me aburría un poco y eso me causaba algo de estrés. Fue ahí que recordé que desde pequeña siempre me gustó tejer a mano, entonces empecé a traer mis materiales y a elaborar mis productos a la par que realizaba mi trabajo para la empresa. Muy pronto mis compañeras se percataron de esta habilidad y comenzaron a pedirme zapatitos, vinchas, bufandas, pochos entre otras cosas tanto para ellas como para sus hijos. Yo les hacía y con la pequeña ganancia compraba más materiales para seguir produciendo”, relató la joven emprendedora.
A medida que transcurría el tiempo, Lorena se dio cuenta de que los pedidos aumentaban y ya no solo incluía los de sus conocidos, sino que comenzaron a llegar otros que eran de los familiares de sus compañeros e incluso de otra gente. A tal punto, de que estos requerían mayor tiempo del que ella le podía dedicar estando en la empresa como recepcionista o telemarketera.
Fue así que decidió emprender su propio negocio, y convertir esa terapia antiestrés en algo que le redituara ganancias. “Por fin pude cumplir mi sueño de trabajar de manera independiente haciendo lo que más me gustaba: tejer”, afirmó.
Actualmente, La Puchina ofrece una variedad de productos tejidos a crochet y dos agujas, principalmente, dirigidos para el segmento de los bebés, recién nacidos y niños de todas las edades.
Para esta temporada de otoño-invierno la firma ya cuenta con ropitas, gorros, escarpines, mantas y abrigos hechos en lana hipo alergénica y en algodón. Además, dispone de capuchas, vestiditos y combos especiales para regalos.
También pone a la venta prendas femeninas como blusas, vestidos o salidas de playas e inclusive algunos artículos para el hogar como forros para bidones de agua, licuadoras, alfombras y juegos de baño.
“La cantidad de pedidos que recibo va en constante aumento y con ello también van mis ganas de cumplir con todos los clientes que depositan su confianza en lo que hago. Es por eso que soy bastante detallista y a cada prenda le dedico el tiempo necesario para que el resultado sea excelente y llene las expectativas de mis seguidores”, confesó.
Finalmente, dijo que “no existe algo más gratificante que tener el privilegio de poder hacer todo lo que a uno le apasiona mientras está trabajando”. De allí que invitó a las personas que sueñan con emprender a animarse a hacerlo, a perseverar, a tener paciencia y a ser constante para asegurar el éxito del negocio.
Facebook:https://www.facebook.com/lapuchinapy/