Bien dicen que una imagen vale más que mil palabras. Así lo entendió Sandra Maldonado, la emprendedora que creó su propio estudio de fotografía para perpetuar momentos únicos e imborrables.
“Soy Abogada de oficio, actriz en reposo y fotógrafa por vocación. Antes de dedicarme de lleno a la fotografía, como docente y fotógrafa de familia, bebés y niños; fui procuradora judicial en 2 estudios jurídicos muy importantes, y también un tiempo me desempeñé como abogada independiente”, relató Sandra Maldonado, la profesional que emprendió buscando unir todas sus pasiones en un solo elemento: la fotografía.
Ella contó que al estudiar fotografía se dio cuenta de que -aparte de ser una expresión artística, una forma de comunicarnos- también esta tiene una importancia altísima para la sociedad, para la cultura, para la historia, para la familia y para uno mismo.
“Con la fotografía podemos revivir recuerdos, registrar momentos; las fotos son la memoria colectiva de un pueblo o país; es nuestra memoria que nos ayuda a volver a un momento de nuestras vidas, a volver a ver personas, a recordar anécdotas; a veces lo único que nos queda son las fotos que guardamos”, indicó.
Los inicios de Sandra dentro del rubro no fueron del todo fáciles. Al respecto dijo que comenzó con una cámara muy básica y que tenía muy pocas herramientas para llevar a cabo su trabajo. Sin embargo, se concentró en invertir en cursos, capacitarse y aprender correctamente todas las técnicas, para poder dar un buen y exclusivo servicio fotográfico, y enseñar correctamente todo lo relacionado a la fotografía.
Los primeros meses casi no tenía clientes, mas la perseverancia fue la clave que la llevó al éxito.
Sin dudas, la mejor publicidad es la que le dieron las familias con quienes trabajó. De hecho ellas son las que siempre la están recomendando.
El estudio fotográfico “Sandra Maldonado”, funciona en las instalaciones de Infoymas, lugar en el que Sandra también dicta clases para alumnos de los niveles inicial e intermedio.
“Ofrezco fotografías sencillas, naturales y elegantes de familias, bebés y niños con miras a crear una memoria familiar, una herencia que quedará en la familia por siempre. Captando las expresiones y rasgos que los vuelven únicos; cada familia tiene una historia diferente, que merece ser captada”, explicó la emprendedora.
Finalmente, Sandra recomendó capacitarse todo lo que se pueda en el área en el que se desenvuelve, ser realista con lo que se tiene y lo que se puede ofrecer, pero con metas específicas para seguir creciendo; confiar en uno mismo y perseverar. “Es un proceso y todo tiene su tiempo, pero todo lo que uno se propone puede alcanzarlo”, concluyó.