Te presentamos la historia de Hernán Martínez, un abogado que encontró en la talabartería un interesante nicho para emprender su propio negocio que hoy, tras 11 meses, recoge los primeros frutos del éxito.
«Con tan solo 9 años empecé a trabajar en la talabartería de mi padrino. Ahí encontré personas maravillosas que me enseñaron a hacer trabajos de primer nivel y a entender la importancia de los detalles en cada presentación. A los 18 años, ya con aspiraciones, ingrese a la universidad, estudié Derecho, me recibí y ejercí, pero esto no era todo lo que buscaba», relató Hernán Martínez, propietario de Hechoamano.py.
En el 2017 la oportunidad llamó a su puerta cuando una persona cercana le consultó si podría realizar unas muestras para unos clientes, bajo la promesa de que si estos gustaban tendría que hacer unos 1.800 termos más para entrega inmediata.
“Gracias a Dios las muestras que hice gustaron mucho y tomé el trabajo que me habían prometido. Ahí descubrí el potencial que tenía en el rubro, y como conocía muy bien el manejo del cuero decidí emprender en ello, a la par que ejercía mi profesión”, sostuvo.
Como no tenía un capital inicial, Hernán comenzó a trabajar con las señas que le entregaban sus primeros clientes y con las ganancias iba acomodándose para seguir con la fabricación. Sacaba fotos de sus productos y los promocionaba vía Instagram (@hechoamano) y así fue recibiendo cada vez más pedidos.
Hoy en día, en su cuenta se observan termos personalizados y forrados en cuero de todos los colores, tamaños y precios que se ajustan a la necesidad de cada cliente.
“Aunque la venta hago a través de mi tienda online, mi sueño es poder montar una tienda física donde pueda exponer mis creaciones y por supuesto ampliar mis líneas de productos”, puntualiza el emprendedor.
Instagram: https://www.instagram.com/hechoamano.py/?hl=es-la