A veces solo es cuestión de detenernos a pensar que es lo que verdaderamente nos gusta hacer y qué tenemos a nuestro alcance para dar inicio a una nueva etapa. Yolanda Villalba, apasionada por la pintura desde pequeña, nunca imaginó que sumergiéndose en ello, allí crearía su propio negocio.
» Desde niña sentí una atracción por el arte de pintar, nunca asistí a cursos para aprender de técnicas, pero creo que siempre fue algo pendiente en mi vida, hasta que años atrás decidí acudir a unas clases de pinturas y ahí comencé a soñar más allá de que veían mis ojos «, nos comenta.
Tras adentrarse y adquirir conocimiento en una de las expresiones artísticas más antiguas, la pintura, y mediante ella plasmar sus sentimientos, el estilo vintaje la cautivó.
Convencida de que era el arte que la hacía sentir completa, Yolanda Villalba comenzó a realizar cajas en diversos tamaños y diseños con el estilo que ella considera que la deja desplegar su creatividad. Recuerda que tenía un grupo de amigas que veían y apreciaban sus obras, hasta que un día una de ellas le había dicho «De la Gran 7» son tus trabajos, y quién imaginaría que de esa frase surgiría el nombre del emprendimiento.
Con el apoyo incondicional de su pareja, decidió crear una página para dar a conocer sus trabajos, y donde rápidamente comenzó a interactuar y a recibir pedidos. Al cabo de unos meses la demanda fue aumentando por lo que sus sus hijas y amigas se adhirieron al proyecto.
Los materiales que inter vienen en la creación de las novedosas cajas y accesorios de decoración son principalmente madera y fibrofácil que llevan toques originales con láminas, servilletas, stencils, entre otros elementos.
Hoy, «De la Gran 7» va sumando nuevas propuestas y así posicionar la marca a nivel nacional. «Ningún emprendimiento es fácil, todo depende de cada uno, que encontremos nuestra pasión y trabajemos por ella», concluyó