En el Día Nacional de la Chipa, celebramos la inspiradora historia de Carlos Fontclara, un emprendedor visionario que transformó la manera de disfrutar de la chipa paraguaya. Su microempresa ha revolucionado el mercado con cinco variedades únicas de chipa que hoy en día conquistan supermercados, hoteles y cafeterías en todo el país.

Hace siete años, mientras esperaba un ómnibus en la terminal de Resistencia, Argentina, Carlos tuvo una idea que cambiaría su vida y la forma en que los paraguayos disfrutan de su tradicional chipa. Decidió que era el momento de ofrecer una opción que permitiera a los amantes de la chipa saborearla recién salida del horno, en cualquier momento y lugar. Así nació la chipa congelada, un producto innovador que rápidamente se ganó el corazón de los consumidores.

Hoy en día, la chipa congelada de Carlos está disponible en supermercados y cafeterías, permitiendo a las familias hornear chipa fresca en sus hogares, disfrutándola siempre en su punto perfecto. «Ofrecemos chipa congelada que se puede hornear a domicilio, en el hogar, en el momento exacto en que uno la desea. Es una gran ventaja, porque la gente puede deleitarse con chipa recién horneada a cualquier hora», explica Don Carlos, quien ha dedicado su vida con pasión y compromiso al arte de la panadería.

La marca ha ampliado su oferta con cinco irresistibles variedades: picante, anís, cuatro quesos, vainilla y chocolate, llevando la tradicional chipa paraguaya a un nivel completamente nuevo. Esta pequeña empresa ha logrado consolidarse en el mercado, con una fuerte presencia en las principales cadenas de supermercados del departamento Central y la Capital, además de abastecer a cafeterías y hoteles con su deliciosa propuesta.

«La gente queda sorprendida cuando les explicamos cómo funciona. La verdad es que la idea surgió de una necesidad no cubierta en el mercado, y hoy, al ver cómo nuestros productos son valorados, podemos decir con orgullo que todo el esfuerzo ha valido la pena», destaca Don Carlos, con una sonrisa que refleja el fruto de años de trabajo y dedicación.