Evidentemente, las excusas no son amigas de los soñadores, y no existen impedimento para comenzar un emprendimiendo, así lo demuestra Lily Huerta, una joven madre que a través de su imaginación, capacidad creativa y entusiasmo, logró desarrollar novedosos productos,para convertirse en la inspiración de muchas mujeres.
Como para toda mujer, ser madre y trabajar fuera de casa, representa todo un desafío, Lily Huerta, madre de un niño de 6 años, lo experimentaba diariamente al salir de la casa a tempranas horas con el corazón desgarrado por separarse de él durante todo el día. En medio de su intensa vida por ingeniarse en sobrellevar su compromiso de madre y laboral, la idea de cuidar de su hijo y estar más cerca de él por lo menos durante los primeros año, la atormentaba en todo momento, pero no veía una salida a tal situación.
» Contaba con un trabajo fijo, el cual me dejaba un ingreso a cambio de todo mi tiempo y solo por las noches tenía tiempo para mi hijo, eso me pesaba y entonces decidí dejarlo aunque necesitaba ese dinero», expresa Lily.
Quedarse en la casa cerca de su hijo era lo que anhelaba, pero la incertidumbre de cómo generaría un ingreso, la invadió, a la par que tenía que ir pensando en un regalo ideal para su padre, puesto que su cumpleaños estaba a pasos. No teniendo dinero para comprar un obsequio, la joven puso en marcha su creatividad.
«Era el cumpleaños de papá y no tenía nada para regalarle, y entre tanto pensar y pensar, se me prendió la idea de realizar un muñeco personalizado a partir de los materiales que tenía en casa, era lo único que podía hacer», relata entre risas.
Luego de obsequiarle a su padre, Lily fotografió el muñeco y lo subió a Facebook junto a unas palabras dirigidas a su padre, pero los comentarios no se hicieron esperar. De aquella publicación surgieron halagos, pedidos y el descubrimiento de un talento que estaba dormido.
«No tenía en mente que hacer, pero sabía que tenía que emprender en algo, nunca imaginé que aquel muñeco me iluminaría. Siempre me gusto todo lo relacionado a manualidades , sin embargo no me consideraba muy buena en ello», asegura.
De aquel muñeco surgió el sueño del negocio propio, y lo que hoy es «Luciérnaga Creaciones». Consiente de que era el camino a seguir, Lily comenzó a interiorizarse más en el campo y a cumplir con los pedidos, muñecos personalizados, centro de mesas para bodas, 15 años, cumpleaños infantiles, entre otros accesorios.
Actualmente la joven desde su hogar sigue con sus productos de gran éxito comercial y recientemente comenzó un curso de porcelana fría y la carrera de psicología.
» Soy feliz siendo mamá, esposa, empresaria y ahora universitaria», confiesa emocionada.
Respecto al nombre que lleva su marca, «Luciérnaga Creaciones», confesó :»Al comenzar este emprendimiento, me sentía como un muã muã, chiquita pero transmitiendo luz propia, me sentí identificada con el», concluye la emprendedora.