Él es Nicolás Rodríguez, un joven deportista que hizo gala de sus capacidades y habilidades para cumplir su sueño, montar un gimnasio. “Emprender es cuestión de entrenamiento y resistencia. Se necesita mucha disciplina para sobrellevar los desafíos”, asegura.
Cuenta que desde niño siempre le gustó el deporte y que a los 20 años comenzó a trabajar como instructor de piso. Y con el tiempo fue pasando por varios gimnasios, conociendo maravillosas y exitosas personas de varios rubros, que siempre le alentaron a trabajar para cumplir el anhelo de la mayoría de los entrenadores: habilitar su propio gimnasio.
Nicolás Rodríguez confiesa que fracasó varias veces que intentó independizarse. Sin embargo, revela que su secreto para triunfar estuvo en no rendirse y saber aprovechar las oportunidades.
“Luego de varios intentos, arriesgando todo y con el apoyo incondicional de mi familia, hace 8 meses pude materializar mi sueño bajo la marca de QANTTUM Sport Club, un gimnasio de primer nivel y con un concepto diferente», expresa emocionado.
El moderno centro de entrenamiento está ubicado en el corazón de la ciudad Fernando de la Mora, en el Paseo 1811, en un punto neutral.
La crisis de la pandemia
Al igual que muchos emprendedores y empresarios, con la aparición de la pandemia del Covid-19, Nicolás también se vio obligado a cerrar las puertas de su gimnasio, a tan solo 45 días de haberlo inaugurado, sin embargo esto no fue por mucho tiempo.
A pesar de la incertidumbre, nunca se desanimó y continuó creyendo que apostar por la salud era un buen nicho.
“La pandemia nos ha dado un golpe duro, pero aquí seguimos entrenando y resistiendo. Volvimos a operar desde el inicio de la fase 3 apegados a un estricto protocolo sanitario. Y hoy puedo decir que gracias a eso, logramos normalizar la concurrencia de nuestros primeros clientes y sumamos otros nuevos”, resalta.
Finalmente, Nicolás Rodríguez, instó a sus pares emprendedores a que no tengan miedo a equivocarse, alegando que un fracaso se convierte en experiencia, experiencia que en el segundo intento servirá de escalón para superar las adversidades. “Yo fallé más de una vez, pero aprendí de los errores y volví a intentar, no solo de lo bueno se aprende en esta vida”, concluye.