La mezcla de hormonas y ganas de superación combinada con creatividad y pasión pueden alumbrar grandes ideas. Este es el caso de Cinthia Ayala, a quien la maternidad la guió hacia una idea de negocio y emprendió.
“Todo comenzó 5 años atrás cuando estaba embarazada y sin ingreso fijo. Recuerdo que en mis primeros días de embarazo, la idea de emprender comenzó a rondar mi cabeza, sabía que tenía que contar con un negocio que me permitiera estar con mi bebé y generar un ingreso económico”, confiesa la emprendedora.
A 2 meses de embarazo, Cinthia Ayala, dio a luz una prometedora idea de negocio, una repostería. Con las ideas claras sobre lo que quería, puso en marcha el emprendimiento.
“Con el apoyo incondicional de mamá, arranqué con una receta de alfajores caseros que una vecina me había facilitado. Sorprendentemente, el primer día logramos vender todo lo que habíamos preparado, es decir tuvimos buena aceptación”, relata Cinthia.
Luego del descanso posparto y haber aprovechado ese tiempo para capacitarse en línea, la joven emprendedora comenzó a fabricar otras propuestas dulces como budín, pavé y tortas personalizadas.
“Comencé prácticamente sin nada, y con el ingreso que me dejaba fui comprando mis utensilios y equipando mi cocina. Hoy después de mucha lucha cumplí mi sueño de la casa propia, donde más adelante quiero habilitar una confitería. Además una de mis materias pendientes es asistir a un instituto gastronómico y recibirme de chef”, asegura.
Con el nacimiento de su segunda hija, Cinthia Ayala, decidió utilizar las iniciales de sus dos nenas para el nombre de su marca, Z & M Repostería.
“A veces no hace falta contar con un buen capital para emprender, y yo soy prueba de eso, el ingrediente principal es la actitud. Nuestra actitud para arrancar, aprovechar lo que tenemos en las manos y enfrentar las adversidades”, concluyó Cinthia Ayala
Contacto: https://www.facebook.com/cinthiainsaurrald/?ti=as