Oportunidades para desarrollarse en el plano personal y profesional, ser feliz junto a su familia, estudiar y tener un negocio propio. Esto era lo único que Liz Flor deseaba desde lo más profundo de su corazón. Se empeñó en hacer realidad sus sueños y hoy es una empresaria con una historia más que inspiradora.
Liz Flor trabajaba en un call center de cobranzas para una empresa de telefonía chilena; vivía en Itauguá, por lo que tenía que salir a las 05:00 para llegar a tiempo al trabajo; también iba a la facultad de noche y llegaba a su casa a las 23:00. Cansada de esta rutina, Liz comenzó a diseñar su futuro y junto con el novio lanzó su primera tienda online a la que llamó Spacio Cool.
Sin dejar de lado sus responsabilidades académicas ni su puesto de call center. Liz se dedicó a la venta de carteras, mochilas y relojes a precios accesibles. “Lo hacía de forma paralela al trabajo que tenía. Necesitaba capital para abrir mi negocio. Ese era mi sueño, así que aguanté por unos meses más ese ritmo de vida que era bastante estresante”, relató.
Sus primeros clientes fueron sus compañeros de trabajo, familiares y amigos cercanos. Sin embargo, cuando comenzaron a compartir fotografías de los productos en las redes sociales, el universo de clientes creció.
“Empezamos vendiendo 10 relojes y hoy colocamos entre 100 y 200 relojes por mes. A esto se suman las carteras y mochilas que también tienen buena demanda”, explicó la emprendedora. Y agregó que en Spacio Cool la gente puede comprar lo que desee sin gastar mucho. También mencionó que incorporó el servicio de fotografía a los servicios que la tienda ofrecía.
En el 2019, la oportunidad tocó nuevamente las puertas de Liz y no la desaprovechó. Era el momento que esperaba para independizarse y así lograr la estabilidad que necesitaba.
“Tuve miedo, pero me arriesgué. Ahora estoy aquí manejando mis horarios, con mucho más tiempo para dedicarle a mi familia, haciendo Spacio cool, Ly C fotografías, Total Life Changes y también estudiando”, relató.
Con toda esta experiencia, la emprendedora recomienda a sus pares perseguir los sueños y hacerlos realidad. “Les invito a pensar en lo siguiente. ¿Por qué deberíamos invertir tanto tiempo de trabajo para otra persona (empresa) y no hacer lo mismo, pero con un negocio propio? Imagínense que esas 8 horas puedan emplearlas en trabajar desde la casa, a ganar el 100% y no solo un sueldo mínimo que no ayuda a cumplir todos esos sueños que uno tiene para sí mismo y para su familia. Si hacen este análisis estoy segura que les será de utilidad para crecer y emprender”, concluyó.
Por Andrea Moreno