Si de verdad quieres hacer realidad tus sueños, necesitas estar comprometido al 100% con ese objetivo y dispuesto a pagar cualquier precio para conseguirlo. Verusca Mosqueira, una soñadora que contra vientos y mareas luchó por su sueño, nos acerca su conmovedora historia de éxito.
«Desde muy pequeña he admirado a los grandes pintores que reflejan aspectos de la naturaleza, durante toda mi niñez adopté la pintura como un hobby, pero luego pasó a ocupar todo mi tiempo por lo que decidí especializarme en ello, y fue así que ingresé al Ateneo Paraguayo y más tarde estudié paisajismo. Capacitarme en lo que me gustaba no fue fácil, pues tenía un pequeño de 5 años, y en ocasioness no tenía con quién dejarlo, pero contra todas dificultades seguí especializándome», comienza su relato.
Y aunque a veces le fue muy difícil compaginar el rol de ser mamá con el estudio y trabajo, Verusca Mosqueira, siguó contra vientos y mareas porque sabía que estaba a pasos de descubrir su propósito.
«Recuerdo que me manejaba en colectivo con todos mis materiales, y a eso se sumaba que a veces no tenía donde dejar a mi niño, y en varias ocasiones lo llevé conmigo. Cuando estaba por terminar la carrera se vino mi segundo embarazo, pero a pesar de todo llegué a mi objetivo. Como mi embarazo estaba muy avanzado no pude ejercer mi profesión entonces decidí trabajar desde casa», comenta.
En un principio, Verusca Mosqueira realizaba cuadros a base de óleo, lo cuales no tenían mucha salida por el precio. En su búsqueda de un nuevo enfoque para su arte, se encuentra en el supermercado con una cajita de madera, con la idea de implementar en el sus diseños, lo adquiere y quién imaginaria, con esa cajita dio vida a su negocio.
» Como el óleo era caro, utilicé el acrílico en la caja y quedó perfecto. Me gustó tanto que hice varios y salí a ofrecer a familiares y amigos. Como era algo novedoso me compraban, pero luego mi hermana me hizo un pedido especial, una bandejita para tereré y me sugirió utilizar paisajes, en ese momento me desbloqueé y comencé a enfocarme en paisajes, pues era lo que me encantaba», afirma entre risas.
El boca en boca fue el mecanismo de difusión para Verusca Mosqueira, pues los pedidos no se hicieron esperar y con el correr de los días la venta fue creciendo a la par que los pedidos personalizados para diferentes ocasiones. Hoy en día, la artista cuenta con una hermosa tienda en Asunción donde se puede encontrar miles de opciones en artículos artesanales.
» No fue fácil, pero lo logré. Cumplí mi sueño de trabajar y ver crecer de cerca a mis hijos, todos los días se presentan nuevos desafíos y en ocasiones batallas que vencer, pero todo es posible cuando nos esforzamos. Hoy gano haciendo lo que me gusta y sueño con que mi marca veruscarte sea aún más reconocida y aumentar el envío al exterior», concluye.
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